Meat Loaf, Albondigón y el vestido de mi hermana… Un rollo Supremo de Carne

La primera vez que probé el llamado Meat loaf no sabía que se llamaba así. En República Dominicana le cambiamos el nombre a todo y aquí le llaman “albondigón”. Lo probé en casa de mi hermana Maggy, una experta en saber estirar el dinero y embellecer todo con poco. Maggy tiene la habilidad de que todo lo que toca lo potencia. Sin mucho presupuesto, la he visto hacer cosas que a mí nunca se me ocurrirían, pese a pertenecer a la misma estirpe.

 Recuerdo que esa vez se compro una tela horrible que estaba en especial. Ella estaba recién casada y fue en una de esas visitas que hacen las madres de fin de semana para ver cómo va la “recién casada”. Recuerdo muy bien esa tela: era de unas florecitas azules, barata, fea. Mi madre la miro como una loca cuando la compro junto a otra tela lisa más fea aun. Cuando llegamos a su casa, ella emocionada saco las telas y mientras ponía en el horno rápidamente carne molida que previamente tenía preparada en la nevera,  la ponía en un envase cuadrado, y luego untaba con una mezcla por encima. Ella empezó a fabricar bajo su máquina de coser un traje para salir esa noche a una fiesta de profesores de química.  Su esposo en ese tiempo era profesor y tenía un sueldo paupérrimo. Ella con su habitual animo, empezó a cortar por aquí y por allí, los dos pedazos de tela, mientras mi madre y yo la mirábamos con recelo y escuchábamos su plática ligera.

Contra todos los pronósticos y de esa fealdad telística, fabrico al cabo de un par de horas  un hermoso traje de dos piezas, exquisitamente diseñado y cocido en su máquina de pedal, heredada de mi abuela.

No podía creer que de algo tan feo, saliera algo tan hermoso. Realmente nos sorprendió su ingenio y buen gusto. Luego de planchar el primoroso vestido, volvió a la cocina.

Preparó  una ensalada, buscó unas papas gratinadas del día anterior, y para mi sorpresa, salió del horno un brillante pastel de carne, con una corteza oscura y crujiente. Luego subió a su habitación, se arreglo primorosamente y en 5 minutos su esposo llegó, nos sentamos todos en la mesa y cuando pregunte que era ese pastel, me respondió distraídamente que era un “albondigón”. Aunque no se parecía en nada a una albóndiga gigante, me lo comí sin duda alguna, luego de ver la proeza del vestido, imaginé que aquello no sería la excepción.  Con alegría me di cuenta que sabía muy bien!( mi hermana cocina maravillosamente) Y me maravillé que esa hermana mayor tuviera tiempo de hacer un vestido, cocinar algo rico y encima de todo tener todo bello y organizado en la casa, y esperar a su marido como una reina sentada en la mesa, maquillada, hermosa y sonriente. Ese día me propuse ser como ella algún día.

 No cumplí  mi resolución, porque las personalidades que tenemos son muy diferentes. Yo ni siquiera me acerco a su grandiosidad y perfección. Por el contrario, soy más  bien descuidada, odio maquillarme y si pudiera viviera en shorts todo el día lo haría hasta en las fiestas. No tengo ese arte que tiene mi hermana, mi único arte es jugar golf, escribir e inventar en la cocina. En cuanto a mi marido, ha aprendido a soportarme así, por casi 25 años, lo cual le agradezco muchísimo.  Siempre que alguien menciona una buena esposa, me acuerdo de mi hermana Maggy en sus tiempos de esposa de maestro de química  y como se las arreglaba tan bien con lo que tenia. Con los años, su talento a crecido mas y mas, aun sin necesitar ahorrar como antes. Ella sí que sabía sacar provecho de todo, manteniendo un estilo impecable. Sigue siendo un ejemplo para las más jóvenes de la familia, encima de todo, crio dos hijos hermosísimos, ambos profesionales y personas de bien de la sociedad.

Con el paso de los años,  no volví a comer esto hasta que contraje matrimonio, pues no es muy común para el dominicano comer esto regularmente. Luego que empecé a inventar en la cocina,  me acorde de este plato, pero como soy un poco loca y siempre que busco una receta le pongo de mi propia cosecha, transformándola siempre en algo muyyyyy diferente de la original, decidí incluso bautizarla con un nombre diferente, tanto al albondigón como al Meat Loaf, así que le bautice como el Rollo supremo de Carne, teniendo tanto éxito que mi esposo (que odia el Meat Loaf) me lo pide siempre en ocasiones especiales, y mi hija le fascina. Quien iba a pensar de que este humilde plato se convertiría en uno de los platos de celebración de mi familia? Bueno, les recuerdo que todas mis recetas están bautizadas con imaginación, (regalo de Dios), los inventos de mi familia y mi extrema locura.

Les dejo mi receta de Rollo Supremo de Carne. ( Meat Loaf a lo Eileen) Espero que la disfruten J

2 libras de Carne de Res Molida

2 libras de carne de cerdo molida

2 libras de Tocineta

½ taza de Pasas

½ taza de frutos secos de su elección (almendras, pistachos, coquitos, etc)

1 taza de pan rallado

2 huevos

½ taza de aceitunas grandes Rellenas de Pimiento

Para sazonarlo:

3 cucharaditas de sal

½ cucharadita de pimienta

4 dientes de ajo

1 cebolla

1 pimiento rojo

1 pimiento amarillo

Perejil al gusto

3 cucharadas de Cátsup

1 cucharada de salsa china

1 cucharada de salsa ingresa

1 cucharadita de semillas de hinojo (opcional)

Para acompañar:

4 papas peladas y picadas en 4

2 zanahorias picadas groseramente

1 libra Hongos blancos enteros

Sal y pimienta

Preparación:

Lo primero que vamos a preparar es el sazón en la procesadora o en una licuadora. No hay que dejarlo batido, con que quede chunky está bien. Ponemos todos los ingredientes para el sazón en la procesadora y luego ponemos aparte.

En un Bowl grande, mezcle ambas carnes, la de res y cerdo, agréguele los huevos, las pasas, los

frutos secos y las aceitunas enteras. Luego vierta el sazón en la mezcla y con las manos amase un poco hasta que todo quede integrado, agrega entonces el pan rallado ( la mezcla no debe quedar muy húmeda, debe ser manejable pero firme) si la ve muy húmeda, puede agregar un poco mas de pan rallado hasta tener una consistencia firme ( como la de las albóndigas.)

Luego, en un papel antiadherente, coloque las tiras de tocineta una al lado de la otra estirada y muy pegada la una de la otra. Ponga la mescla de carnes en una esquina y vaya dándole vueltas hasta que quede cubierta completamente por la tocineta. Dele forma alargada de cilindro (ver foto)

Reserve en la nevera mientras pica los vegetales para acompañar el rollo. Luego de que todo este picado, sazone con poca sal y pimienta, ya que estos vegetales se van a cocinar con el jugo de nuestro rollo en un solo envase.

En un molde espacioso (yo compro el que venden desechable) ponga al centro el rollo de carne y tocineta, y rodéelo con los vegetales. Tape con papel aluminio y deje cocer por una hora a fuego medio en el horno. Luego de esa hora, quítele el papel aluminio y déjelo por una hora más, hasta que los vegetales estén tiernos y la tocineta luzca crujiente y dorada. Es bueno que este rollo no se sirva inmediatamente. Deje que repose por al menos media hora en el horno ya apagado. Pasado este tiempo, puede servirlo y disfrutarlo. Generalmente, como tiene ya vegetales, solo hago una ensalada, y en ocasiones, lo acompaño con un puré de papas, también me gusta acompañarlo cuando es en la cena, con un buen vino tinto.

 Los sobrantes son excelentes para sándwich de meat loaf, o hamburguesas de meat loaf. En cualquier manera, les recomiendo este plato, que estoy segura, será deleite de todos en su hogar.

Este es mi homenaje a Magaly Hidalgo, mi hermana mayor y ejemplo de la palabra MUJER, en todos los sentidos. I love you Maggy, eres mi guerrera favorita.

Buen provecho People! J