NO LO COMPLIQUES!





Todo se debe hacer tan simple como sea posible, pero no más simple” (Albert Einstein)

Cuando se acercaba la fecha de cumpleaños de mi esposo, le hice la pregunta de lugar: Te gustaría ir a un buen restaurant a cenar o quieres una cena en casa, así que sin dudarlo me respondió: ¡Por supuesto que en casa!  Así que comencé a buscar dentro del arsenal de recetas, que hacerle. Comencé con las entradas, con una variedad de platillos franceses, que sabía que le gustaban. Desde soupe-loignons (sopa de cebolla) hasta Moules frites, Raclette etc.

Planee todo un menú todo fancy, incluidas entre las opciones Pato, Pavo, perdices confitadas entre muchas opciones para plato fuerte, ¿y saben qué? Dos días antes del cumpleaños, mi dilecto esposo me dijo lo que realmente quería.  Bistec encebollado o filete de cerdo mariposa con salsa chimichurri con tostones. Eso. Lo más simple del mundo, algo tan cotidiano y yo planeando una cena de 6 platillos toda guay.

Cuando salí de mi estupor, entendí que mi esposo es una persona que sabe lo que quiere y que sus gustos no van a variar cuando quiere realmente algo.
Planifique otro menú. Esta vez más sencillo, no quería ni muerta hacer el bendito bistec porque me parecía un plato tan chato y cotidiano que mi espíritu de chef se rehusaba a aceptar. Así que termine poniendo un menú que le tentó bastante con el filete de cerdo (que le encanta) y transe los fritos por unas papas sazonadas y unos hongos al vino, junto a una ensalada capresa que quedo muy rica.

Cuando termine a casi las 8:00 de la noche agotada, me pregunte: ¿Pero porque complicarla cuando pude haber dejado tal cual él quería su cena? Aunque estaba todo delicioso, me di cuenta que, aunque celebrara con algo menos cotidiano, realmente era lo que él quería, su bistec encebollado con plátanos fritos. ¿Porque nos complicamos cuando la respuesta siempre es sencilla? Algo básico y casero, que le recordaba a esos tiempos cuando nos casamos que yo solo sabía cocinar ese platillo y vivíamos en un apartamentito jugando a la vida. ¿Cómo no me di cuenta? A veces los placeres están ocultos bajo una sencillez y nos encanta complicarla. 

 Como dice la Navaja de Ockham: “En igualdad de condiciones, La respuesta más simple es generalmente la respuesta correcta”


Luego del asunto del cumpleaños, al otro día le prepare el bistec tal cual lo quería.
Aquí les dejo la receta de lo que le hice, pues, aunque disfruto al otro día de su bistec encebollado con tostones, ¡tuvo que confesarme que la cena de cumpleaños le pareció muchísimo mejor!


Filete de cerdo en salsa Chimichurri
2 filetes de cerdo abiertos hasta el grosor de 2 centímetros
Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Salpimentar los filetes abiertos, luego, en una sarten antiadherente bien caliente, un chorrito de aceite de oliva y poner los filetes de uno en uno, hasta que estén dorados y cocidos. Servir con salsa chimichurri y los acompañantes.

Hongos al ajillo y vino
1 libra de hongos de su preferencia (yo utilice creminis y zetas)
3 dientes de ajo
Perejil al gusto
2 cucharadas soperas de mantequilla
1 cucharada aceite de oliva
¼ vaso de vino blanco de su preferencia
Sal y pimienta al gusto


Preparación:
Limpiar los hongos y dejarlos enteros (con un paño limpio no con agua pues retienen mucho líquido). En una sarten, coloque el aceite de oliva, la mantequilla y el ajo y sofríalos un poco, luego agregue los hongos siempre a fuego alto, salpimentar y por último el vino. Deje cocer al mismo fuego hasta que el líquido haya desaparecido y agregue el perejil picadito. Sirva para acompañar carnes o hasta para picar.

Papitas sabrosas
1 ½ libra de papas lavadas y picadas en cuartos
Aderezo ranch en polvo
Mantequilla al gusto
Puerro picadito para adornar
Preparación:
Hervir las papas hasta que estén cocidas, teniendo cuidado de no pasarlas en la cocción para que no se desbaraten. Coloquelas en un bowl, agregue el aderezo en polvo Ranch, la mantequilla y mueva con cuidado. Sirva en un plato y decore con el puerro. Son muy ricas, si gusta puede también agregar un poco de parmesano.

Kebabs de capresa
1 libra de tomates Cherry
1 libra de queso mozzarella fresco en bolitas
Hojas de albahaca (las que sean necesarias)
Salsa pesto
Aceite de oliva
Sal y pimienta.
Palitos de bambú de 4”
Preparación
Esta manera de presentar la ensalada capresa me gusta mucho, pues da posibilidades para servirla y para presentarla muy bonita en la mesa. Solo hay que ensamblar los pinchitos, un tomate, una hoja de albahaca y un queso alternadamente. Luego se diluye el pesto en un poco de aceite de oliva, y con una brocha de cocina los untamos. Lo servimos como ensalada, como aperitivo o hasta de picadera en cualquier ocasión

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